El papel pintado es acogedor y crea intimidad. Pero, a menos que el espacio sea muy grande, una habitación empapelada por completo puede saturarte.
Dosifica el papel y limítalo a un solo paño de pared.
El efecto sorpresa resultará muy decorativo, aportará personalidad al espacio y conseguirás dar una sensación de profundidad a la pared sobre la que lo pongas.
Deja un comentario